sábado, 22 de diciembre de 2007

CIEMPOZUELOS

El término municipal de Ciempozuelos está situado en el sur de la Comunidad de Madrid y tiene una extensión de 49,60 km2. Pertenece a la denominada Sagra madrileña, cuyo límite geográfico es el río Jarama, y linda al norte con San Martín de la Vega y Valdemoro, al este con Titulcia y Chinchón, al sur con Aranjuez y Seseña (Toledo) y al oeste de nuevo con Valdemoro.

El paisaje, como es habitual en La Sagra, nos ofrece una topografía llana, con pequeñas colinas entre las dos zonas en que se divide el territorio: la vega del Jarama en la mitad oriental y la meseta en la occidental. Los cerros más importantes son Butarrón (656 m.) en el extremo nordeste y La Peñuela, Palomero y Legaña al sur.

Respecto a la hidrografía, el cauce más reseñable lo constituye el mencionado río Jarama, que, en buena parte de su curso, define el límite este de Ciempozuelos y forma una vega de gran valor ambiental. Sus dos afluentes -de escaso caudal- son los arroyos Palomero, en el área central del territorio municipal, y del Valle Grande, en el sur y procedente del término de Seseña. Además, el canal del Jarama discurre paralelo y alternante al río hasta desembocar en el Tajo, regando con sus múltiples derivaciones -acequias de la Media Luna, de Matalobos (que sirve de lindero con San Martín de la Vega), de Serrano; caceras de la Huesa, de las Moreras, etc...- más de 2.000 ha. de vega. La vegetación dominante en la vega es la propia de los valles fluviales: especies como plátanos, olmos, chopos, álamos, castaños de Indias, tilos o tarayes crean espacios naturales de gran belleza y valor ecológico enclavados en el denominado Parque Regional del Sureste (ejemplos son los sotos Gutiérrez, de la Chopera, del Parral y de las Arriadas). En la meseta, sin embargo, el panorama es muy diferente: la estepa salina, en la que son abundantes el cardo, el sisallo rojo y las compuestas, queda envuelta por el esparto o las gramíneas, hasta llegar a áreas de matorral donde predominan las labiadas aromáticas. Además, la aparición de terrenos yesíferos da lugar a eriales en los que la única explotación posible vuelve a ser el esparto, de manera que más de 1.400 ha. del territorio son prácticamente yermas o no aptas para el cultivo.


Las vías de comunicación más importantes son la autovía A-4 (Madrid-Cádiz) que discurre por el oeste del término municipal a lo largo de tan sólo un par de kilómetros; la M-404, que tiene su intersección con la autovía en el p.k. 30 de ésta y tras rodear el casco urbano de Ciempozuelos se dirige en dirección NO-SE hacia Chinchón, y la M-307, cuyo trazado, en parte paralelo a la vía férrea Madrid-Alicante, nos conduce por el norte a San Martín de la Vega y por el sur a la A-4. Como es habitual en los núcleos rurales de carácter agrícola, existe también una tupida red de caminos vecinales, empleados para acceder a las fincas de cultivo y, en el pasado, para comunicar el pueblo con los lugares colindantes. Entre éstos podemos destacar el camino de Postas, que alcanzaba la carretera general, hoy autovía, en el Km. 32, y el de Ciempozuelos, que lo hacía en el Km. 27, utilizados en los viajes a Toledo y Madrid respectivamente; además, las -en su tiempo- importantes Salinas de Espartinas, al sur del municipio, contaban con un camino particular que las unía a la carretera general en el Km. 31. Otros caminos destacables son los del Molino del Rey, de Entreviñas, del Soto Gutiérrez y del Portillo de los Guijos por el norte; de San Antón, del Soto de la Chopera, Hondo del Soto del Parral y del Soto de las Arriadas por el este; del Boquete Charra, de las Chozas, de las Carretas, de las Moreras, de la Cuesta Alta, Alto de Palomero, de los Corrales de Pachón y de Matagallegos por el sur, y de la Asomadilla, de la Oliva, de Vaciasilos, de los Cestos y de Borrebruno por el oeste.

La ya mencionada vía férrea Madrid-Alicante discurre, en principio, por el lindero de Valdemoro, para posteriormente variar su rumbo en dirección norte-sur, separando la vega del Jarama de los terrenos de secano. El núcleo urbano dispone de estación en la línea de Cercanías C-3 (Atocha-Aranjuez), por lo que las comunicaciones con la capital, de la cual dista 34 Km. por ferrocarril, son excelentes.

La densa trama de vías pecuarias tiene en los cordeles de las Merinas o de Palomero, de los Manchegos y de las Cárceles sus más notables representantes. El primero nace de una encrucijada o nudo viario constituido por el propio cordel, la Vereda Larga de los Cerros o de Gózquez y la Vereda de Sacejo o de la Huerta, en la llamada falda del Cerro Castillejo, enclave que sirve de límite con el término de Valdemoro. Desde aquí, y tras atravesar el puente del ferrocarril Madrid-Alicante, cruza el casco urbano de Ciempozuelos por el Barrio de las Cuevas del Prado hasta llegar al arroyo de Palomero, donde se encuentra el descansadero-abrevadero homónimo. A partir de este momento bordea los cerros que definen el tránsito a la vega del Jarama y, ya en dirección este-oeste, atraviesa la autovía A-4 penetrando en el término de Seseña.

El Cordel de los Manchegos, procedente de San Martín de la Vega, entra en Ciempozuelos cruzando la acequia de Matalobos y toma rumbo norte-sur discurriendo entre caceras y caminos que nos llevan a los cercanos sotos Gutiérrez, de la Chopera y del Parral. Llega finalmente a la dehesa o soto de las Arriadas y atraviesa el río Jarama por el vado de Bayona para, ya en la jurisdicción de Titulcia, enlazar con la Cañada Real Galiana.

El Cordel de las Cárceles, por su parte, arranca del Cordel de las Merinas o de Palomero, atravesando el arroyo del mismo nombre hasta que, en los chozos de Cuesta Vieja, se ensancha sirviendo de descansadero de ganado. Continúa en dirección este-oeste y cruza sucesivamente la vía férrea Madrid-Alicante, la cacera de Serrano, la carretera de San Martín de la Vega y las acequias del Jarama y de la Media Luna. Tras llegar a la finca El Sotillo, finaliza su recorrido en el río Jarama, colindante ya con el término municipal de Titulcia.


Además de estos tres cordeles, hay otras seis veredas que completan la red de vías pecuarias. La Vereda de Sacejo o de la Huerta comienza en el ya citado nudo viario situado a los pies del Cerro Castillejo y sigue su curso por el trazado del antiguo ferrocarril de La Poveda en dirección oeste-este. Tras atravesar la acequia del Jarama cruza el Cordel de los Manchegos en el soto de Las Arriadas para finalizar en el río Jarama. La Vereda de la Casa del Conde nace del Cordel de las Merinas o de Palomero, en el sur del término; toma rumbo NO-SE hacia las Salinas de Espartinas para cruzar la Carretera M-307, la vía férrea Madrid-Alicante y la acequia del Jarama y, tras servir de linde con Seseña atravesando la finca Casa del Conde, termina, como la anterior, en el Jarama. La Vereda de Peñalba o del Parral, de corto recorrido, tiene su inicio en el Cordel de los Manchegos y, con dirección O-E, atraviesa el soto de la Chopera hasta el río Jarama a la altura de la isla de Peñalba, donde existe un descansadero-abrevadero de ganados. La Vereda Larga de los Cerros o de Gózquez también parte de la falda del Cerro Castillejo, sirve de límite con el término de Valdemoro y continúa por el norte en San Martín de la Vega. Las dos últimas vías presentes en el término son la Vereda del Soto de Valdemoro al Puente de Palo, que procedente de Valdemoro atraviesa sucesivamente la Vereda Larga de los Cerros, la carretera de San Martín de la Vega, la acequia del Jarama y el Cordel de los Manchegos, siempre en dirección O-E, hasta llegar al soto Gutiérrez y finalizar en el río Jarama, y la Vereda del Cacerón de Matalobos, al norte del término, que desde el camino de Entreviñas delimita el lindero con San Martín de la Vega al discurrir paralela a la citada acequia, cruza el Cordel de los Manchegos y termina también en el Jarama.

El núcleo de Ciempozuelos se encuentra situado en una suave ladera al borde del valle del Jarama, frente al Cerro Castillejo, y su caserío se extiende básicamente en las direcciones sur y oeste. Dos son las infraestructuras que han acotado su crecimiento: por una parte la Carretera M-404, que anteriormente cruzaba el pueblo y ahora lo bordea por el norte y este, y por otra la vía férrea Madrid-Alicante, auténtico borde urbano que discurre también por el límite oriental del casco impidiendo, junto a las cercanas terrazas del valle, el desarrollo de esta zona.

Respecto al origen del topónimo, todas las fuentes consultadas son unánimes: en el paraje conocido como Buzanca, a unos 2 Km. del núcleo, comenzaba un canal que, en el pasado, surtía de agua a la fuente de la plaza del pueblo; como el manantial no era abundante se construyeron numerosos pozos que proporcionaron, además del suficiente caudal, el nombre a la localidad.

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